Diaconis y la magia en el barajeo de cartas

Diaconis y la magia en el barajeo de cartas

Diaconis y la magia en el barajeo de cartas

Diaconis y la magia en el barajeo de cartas. Esta increíble azaña está asociada a Persi Diaconis un matemático americano que fue capaz de adivinar diez cartas consecutivas en el mazo de una baraja electrónica. Una banda de usuarios de un casino grabó el barajeo de cartas de un casino y consiguió hackearlo. Las pérdidas fueron millonarias y los responsables del casino decidieron acudir a Diaconis y a su compañera Susan Holmes para resolverlo.

Como descubrió años antes el patriarca y la cabeza pensante del clan Los Pelayos ninguna máquina es perfecta. La familia madrileña se percató que las ruletas de los casinos tenían imperfecciones que posibilitaban saber qué números tenían más posibilidades de salir que otros. Un hecho que escandalizó a la industria. Aunque no ha sido el único.

Diaconis y la magia en el barajeo de cartas

Hay que situarse en Estados Unidos. Una banda de usuarios habituales a un casino descubrieron un fallo garrafal en la máquina que barajeaba de forma aleatoria las cartas de una mesa. Este hecho les permitió saber de antemano qué cartas tenían más posibilidades de salir. Y es que el fallo de esta máquina permitía duplicar o triplicar la ventaja para saber la carta siguiente. No es legal contar las cartas, pero lo hicieron y causaron a los empresarios un mal enorme.

Hubo dos perjudicados, el propio casino y la empresa encargada de fabricar la máquina para barajear cartas. El casino entró prácticamente en quiebra. Y es que la hazaña de este grupo de jugadores les permitió desbancar a la propia banca. Y otro lado, la empresa de máquinas quedó en entredicho, ya que sus máquinas no eran perfectas y cualquier persona podía dejarles en evidencia. Si lo habían conseguido unos jugadores también podían conseguirlos otros.

Magia y estadística unidas para resolver un misterio

Diaconis y la magia en el barajeo de cartas. Finalmente la empresa decidió contactar con Persi Diaconis para resolver el misterio y es que la empresa vendía sus máquinas a los casinos de Las Vegas y a otros casinos alrededor del mundo. Además dicha empresa cotizaba en la bolsa de Nueva York. La catástrofe fue mayúscula y es que el hackeo en una de sus máquinas les conllevó pérdidas millonarias e infinitos dolores de cabeza durante un tiempo.

La solución pasó por llamar al americano Persi Diaconis. Un genio matemático que contó con la ayuda inestimable de una compañera, Susan Holmes, una estadista también de la universidad de Stanford. Ellos dos tenían en sus manos poder resolver uno de los misterios más importantes sucedidos en Las Vegas.

El error de esta máquina de barajeo posibilitaba poder saber la próxima carta. Un hecho que multiplicaba por dos o tres la ventaja para saber qué carta podía salir la siguiente. Este hecho pasaba desapercibido para el común de los mortales, pero no para cualquier buen contador de cartas.

Grabaciones: ganancias y pérdidas millonarias

¿Cómo consiguieron descubrir el fallo de la máquina y descubrir que podían saber el siguiente número? Con una cámara de vídeo. Sí, algo tan sencillo como grabar el barajeo de cartas y analizarlo minuciosamente después. No le estamos quitando mérito a estos hackers, pero resulta curioso el propio procedimiento.

Un plan pensando al milímetro que les permitió a esta banda ganar importantes sumas de dinero y al casino perderlas. Según cuentan hicieron una grabación dentro del propio casino que podían ver desde fuera en una furgoneta. Ahí unos expertos analizaron la forma de barajeo y descubrieron el error. Una vez descubierto, tenían que poner en práctica su teoría y saber si realmente funcionaba.

Y por supuesto que funcionó. El casino tuvo pérdidas millonarias hasta que no descubrió qué estaba pasando. Este tipo de acciones ponen en jaque a cualquier empresa y el dinero perdido no vuelve.

Jaque mate

Un tiempo después la empresa lanzó una máquina de barajear infranqueable. Los responsables de la empresas eran conscientes que necesitan crear una máquina inaccesible para terceros y sobre todo recuperar el prestigio perdido. Lo primero que hicieron fue hermetizar la máquina para que ningún intruso pudiese ver cómo barajeaba y no pudiese hackearla. Y también mejoraron la aleatoriedad del barajeo.

¿La nueva máquina era perfecta? Diaconis y la magia en el barajeo de cartas tenía en su mano probar antes que nadie el nuevo prototipo. Aunque nuevamente Persi Diaconis no indagó solo, sino que lo hizo con su compañera de universidad Susan Holmes. 

Jaque mate. Ese fue el resultado de la investigación de estos dos genios. Diaconis y Holmes descubrieron un fallo en la acción mecánica del nuevo prototipo de la máquina de barajear cartas. El problema radicaba en las secuencias ascendentes y descendentes. ¿Qué significaba? Que la máquina seguía siendo imperfecta y que era posible realizar predicciones y determinar el orden de las cartas. 

Los responsables no podían creerlo y se echaron las manos a la cabeza. Su máquina imperfecta permitía errores y determinar el orden de las cartas. Y eso sólo podía significar una cosa, pérdidas millonarias otra vez.

La pareja de matemáticos americanos demostraron a los responsables que podían llegar a adivinar un total de nueve o diez cartas seguidas. Lo que permitía multiplicar por dos o tres las posibilidades de conteo por parte de un contador profesional. Un hecho dramático que no querían creer. Finalmente retiraron la máquina y corrieron un tupido velo (como se suele decir.)

¿Quién es Persi Diaconis?

Un genio de las matemáticas, la magia y las cartas. Posiblemente es el genio de la aleatoriedad de todos los tiempos. Diaconis y la magia en el barajeo de cartas, una combinación explosiva, que sigue sorprendiendo años después. Consigue simplificar cualquier problema a través del barajeo de cartas.

Todo empezó cuando era un preadolescente en  el Emporio Mágico de Tannen en Times Square (Nueva York). Allí conoció a Alex Elmsley, un  mago  y científico escocés, a quien se le conoce por dominar el barajeo perfecto.

Por su parte, Diaconis (1945) es capaz de dividir una baraja en dos partes iguales e intercalarla poniendo una carta de cada mano en menos de diez segundos. Aunque parezca un hecho sencillo no lo es, y son pocas las personas capaces de conseguirlo. Obviamente, Diaconis es uno de ellos. Este tipo de barajeo no es aleatorio, aunque lo parezca. Si se realiza ocho veces seguidas la baraja se restaura y vuelve a su forma original.

A partir de ahí, la vida de Diaconis es historia. Historia de la magia y de las ilusiones. 

El conteo de cartas

El conteo de cartas es algo que ha existido siempre. Hay expertos contadores de cartas que gracias a esta habilidad son capaces de predecir la carta que sucede después. Parten con una ventaja que el común de los mortales no. Actualmente esta práctica es ilegal y en el caso de que descubran a un jugador haciéndolo lo expulsan de inmediato y no le permiten volver a jugar.

Un ejemplo es el del actor americano Ben Affleck fue descubierto contando cartas jugando al blackjack y fue expulsado de inmediato del casino. El uso de la tecnología en el conteo tampoco está permitido.